2.3 Cuidados de enfermería al paciente con Síndrome Coronario Agudo Listen

El tratamiento de los pacientes en la fase aguda de la enfermedad cardíaca se produce sobre todo en una unidad especializada. Durante la fase aguda se deben monitorizar continuamente las constantes vitales y, por lo tanto, los pacientes deben ser atendidos en una unidad cardíaca especializada. Los profesionales de enfermería especializados deberán observar y evaluar al paciente de forma continua durante esta fase aguda y permanecer en contacto con el equipo interdisciplinar.

El objetivo es poner en práctica las intervenciones de enfermería necesarias para reducir la demanda de oxígeno del músculo cardíaco y aumentar el suministro de oxígeno al corazón. En la fase aguda, es importante poner en práctica los cuidados de enfermería para ayudar al paciente en las actividades de la vida diaria, promocionando el fomento del autocuidado. Mientras el profesional de enfermería realiza la atención al paciente para mantener su autonomía e independencia, debe orientar al paciente y a su familia sobre las implicaciones a largo plazo de la enfermedad coronaria.

 

Observaciones

La función respiratoria

  • Observar la frecuencia, profundidad y patrón respiratorios. Los pacientes que experimentan SCA pueden estar hipóxicos con disnea, por lo tanto debe considerarse la oxigenoterapia.
  • Unos 5 litros de oxígeno pueden ser suficientes para aumentar los niveles de saturación de oxígeno en la sangre y así limitar el daño isquémico. En algunos casos donde los pacientes han desarrollado cianosis, edema pulmonar o shock, pueden requerir mayores cantidades de oxígeno. Los pacientes serán en reposo total durante uno o dos días para reducir la necesidad de oxígeno del miocardio dañado.
  • Registrar la saturación para evaluar la demanda de oxígeno.
  • Observar regularmente de la presión arterial, el pulso, la piel, la temperatura y el balance de fluidos, para evaluar la eficacia del tratamiento (nitratos, betabloqueantes y diuréticos) y cualquier otra complicación.

 

Síndrome Coronario Agudo

  • Los analgésicos deben administrarse según lo prescrito y la eficacia de la medicación debe monitorizarse.
  • El dolor precordial provoca estimulación simpática que aumenta el ritmo cardíaco, eleva la presión arterial, lo que aumenta la demanda de oxígeno con un mayor riesgo de isquemia miocárdica y aumento del riesgo de arritmias. Es importante que el alivio del dolor del paciente esté optimizado para mitigar estas reacciones en el cuerpo y reducir la ansiedad del paciente asociada con dolor precordial. La morfina es el analgésico más utilizado para el dolor torácico debido a su efecto y eficacia analgésica para reducir la ansiedad. Además la morfina tiene un efecto parasimpático que causa la dilatación de las venas y reduce la resistencia en la circulación pulmonar, que a su vez reduce el consumo de oxígeno y, por tanto, la demanda cardiaca en general. La morfina se administra por vía intravenosa, con un efecto máximo a los 8-10 minutos. La eficacia de la analgesia debe ser evaluada por el profesional de enfermería, debiendo ponerse en contacto con el equipo médico para discutir el progreso del paciente.
  • Los nitratos producen un efecto de vasodilatación de los vasos coronarios y los periféricos. De modo que se reduce el flujo del retorno venoso al corazón y por lo tanto la carga de trabajo cardíaco. Esto significa que la baja demanda de oxígeno reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca. El medicamento se administra generalmente por vía intravenosa en el primer día de tratamiento y, a continuación, se administra en forma de comprimido o parche transdérmico, que busca una liberación más prolongada. Es importante que, tras la administración de nitratos se controle la presión arterial del paciente. Se debe prescribir inicialmente una dosis baja e incrementarla gradualmente hasta alcanzar el efecto óptimo sobre el dolor y la presión arterial. En caso de hipotensión significativa, el profesional de enfermería debe informar al equipo médico, reducir la cantidad de medicamento, bajar la cabecera de la cama y, posiblemente, administrar fluidoterapia.
  • Cuando el paciente está en la cama y empieza a remitir el dolor, se puede empezar a movilizar y se espera que sea dado de alta entre 5 – 7 días. Durante esta fase, la enfermería debe ayudar al paciente en las actividades de la vida diaria.

 

Educación del paciente. Rehabilitación Cardíaca

Después de un SCA, el paciente debe ser referido a un programa de rehabilitación cardiaca, que tiene como objetivo lograr modificar los factores de riesgo, aumentar la actividad física y proporcionar asesoramiento psicosocial cuando sea necesario. En la mayoría de los casos los pacientes estarán lo suficientemente recuperados para retomar sus actividades normales en las 4 – 6 semanas después del alta hospitalaria, pudiendo volver al trabajo a las 12 semanas.

 

Más información acerca de programas de rehabilitación cardíaca en:

www.enfermeriaencardiologia.com